El patrón de crecimiento de un niño que entra en la pubertad, se ve influenciado por factores innatos y por factores externos o ambientales.
14 de marzo del 2016 – 2:17 PM
Si te preocupa que tu hijo no esté creciendo al mismo ritmo de otros chicos de su edad, o en el colegio ya lo han bautizado con el apodo de «chato»; aquí te despejaremos algunas dudas.
¿Qué influye en el crecimiento?
El patrón de crecimiento de un niño que entra en la pubertad, es decir, de los 8 a 13 años de edad, se ve influenciado por factores innatos y por factores externos, en un orden del 80 y 20 por ciento respectivamente.
Los primeros son los llamados factores endógenos, es decir, el tema genético, hormonal y metabólico. En tanto que son factores exógenos o ambientales, la nutrición, la salud y la actividad física.
«Desde que nace un niño hasta el primer año postnatal, depende de factores genéticos. Y en la vida fetal además el crecimiento está condicionado por cómo la madre ha estado alimentada y su aporte de nutrientes a través de la placenta», explicó el médico endocrinólogo Dante Gamarra a RPP Noticias te Cuida.
La madre también podría tener patologías que a la larga van a determinar la talla del niño.
Además, tomar en cuentra que el desarrollo de la estatura en mujeres es más evidente que en los varones. Ello se explica en que las féminas comienzan la etapa puberal a partir de los 8 años y en varones recién desde los 9.
La desventaja, señala el médico, es porque cuando comienza la primera menstruación, la velocidad del crecimiento es menor, al contrario de lo que ocurre en los varones.
¿Cómo se detecta un crecimiento anormal?
El pediatra debe realizar controles mensuales durante el primer año del niño. Si detecta un crecimiento anormal, entonces lo deriva al endocrinólogo para buscar alguna patología que lo explique.
Hay tablas que da la Organización Mundial de la Salud (OMS) en base a percentiles de talla y que también sirven para medir la velocidad de crecimiento.
El endocrinólogo Max Acosta Chacaltana dijo en Siempre en Casa que un niño con problemas de crecimiento sí puede lograr la talla que le está determinada genéticamente, pero depende de la edad en que se inicie el tratamiento.
«Dependerá de la edad ósea. Se deberá hacer una radiografía para ver el cartílago de crecimiento. Mientras más temprano se detecte, es mejor», manifestó.